viernes, 4 de abril de 2008

Despues del Diván (parte II)

Le conmovía el hecho de llegar con sus propios pies... era su desición... recuperó la voz, el susurro, el grito... se dejó llevar por la más delirante impovisación... no tenía nungún sentido... a pesar de la búsqueda interminable de excusas... fue suya por seis meses... Aprenda a poner límites! - o más bien regularize su digestión mental y viva una vida sana por muchos años-... hasta que entró en su cabeza dura... una tarde cesó el amor sublime y la vió a los ojos, sus ojos de perra guacha... la encontró tirada en la oficina atiborrada de pildoras, dormida, inscociente, como nunca le hubiera gustado que la (re) conociera... no lo soportó, lo olvidó al instante, necesitaba mantenerla sólo por un tiempo más consigo, como su salvadora... imposible dejarla, la necesitaba... aún... por una par de semanas...

1 comentario:

tala dijo...

me encanta como te expresas ese torrente de imágenes i sentidos...

un gran abrazo