jueves, 10 de noviembre de 2011

caminito

podría recorrer otra vez los caminitos.
me encontraría con los mismos árboles y el mismo pasto.
los leones, los dinosaurios que siguen ahí rugiendo

podría escaparme otra vez al bosque.
las luces de la ciudad seguirían titilando al mirarlas de reojo.
podría volver y volver
para retroceder y retroceder

no hay más mayúsculas
no hay más acentos dipuestos por reglas y académias.
estaría atrapada y perdida una y otra vez
sin saber cómo salir
cómo escapar

no hay misión en el caminito
no hay nada en el caminito
no hay caminito

cuando entré al bosque tomada de su mano.
de su mano de niña, única
de su sonrisa limpia.
cuando entré, no era para volver
era para salir de una sóla vez.
de una vez por todas

y empezar a ser y dejar de estar, limpiar la sangre y dejarla correr, cerrar los ojos para empezar a ver, moler los dientes y apretar el aire y meterlo de a poquito en el corazón y moler la cabeza, la mente, la razón, demoler la historia y cuajar el alma, más allá, más allá de todo y de todos, donde radica mi escencia, donde yace la palabra viva para amarla y hacerla mía

en ese caminito
me adentro.
de su manito de niña, única
que alimenta el rugido del dinosaurio