domingo, 20 de abril de 2008

Caminar sobre mis propias huellas.

Abrió la ventana, sentía un calor sofocante -abril calor mil!-
miró la cordillera, sólo divisó el monstruo negro...

recordó la vista verde de la casa antigua, la recordó para evitar un mal comienzo, y otro día en ese cacerón lleno de sis huellas, de tantas huellas...

recordó la casa, el pasillo y sus ecos, no buscaba la añoranza de una niñez perdida, pero no quieroía olvidar...
no quiería perder los colores verdaderos, el olor a tierra humeda, el sabor de la papa...
por que sis huellas las construyó desde allí, desde un rincón de ese largo país... un corredor, lluvia, un paraguas, una niña que prefería caminar bajo las gotas del aguacero, riendo y jugando a mojarse...
se vino a estudiar, se vino a vivir...
su abuela y su abuelo un día también salieron a vivir y en el camino se encontraron... ha divisado mucha gente, muchos hombres y mujeres, sus caras son distintas eso si... sus miradas no son tan brillantes y a veces no miran a los ojos... tuvo que volver cuando supo que la casa se la estaban robando los mismos que por años trabajaron el terruño...
la rescató y supo que tenía que volver... su abuela le dijo - hay que patalear pa salir de las honduras...
trabajó y trabaja cada día...y espera la primera lluvia pa salir a patalear por la cuidad...

sábado, 12 de abril de 2008

Atardecer en gris...

Que falta de cordura.!!!...-mientras exprimía el limón, cada gota le recordaba el gesto duro, el odio, la burla...- ...que falta de tino, que irreponsabilidad!!!...- el limón convertido en delgadísima cáscara cayo al tacho de la basura, sacó un jarro de la despensa, al apoyarlo en el borde de la mesa, cayó rompiendose en tres partes, la más grande logró un aspecto de rostro, extrañamente, un rostro algo familiar, como esas imagenes inconscientes que aparecen en una nube, una mancha, una sombra... -su rostro, pensó-quizo tomar un vidrio, pero en ese instante recordó una antigua frase de campo, o algo así, que decía su abuela y su madre y su tía y la mamá de sus amigas..."los vidrios rotos traen mala suerte, siete años de mala suerte!!!!".... ufff!!! siete años más!! NO!!- tomó la escoba y sin saber por qué los barrió hasta la puerta, cuando estaban listos para desaparecer, la abrió y los lanzó... como una especie de rito onirico.... y aunque no era seguo que la historiacorrespondiera a vidrios o espejos, recuperó algo que estaba perdido...volvió a la cocina sonriendo...- una pisca de azucar flor y listo!!-... respiró con un alivio que no pensó sentir esa tarde, la primera tarde gris en la cuidad...

viernes, 4 de abril de 2008

Despues del Diván (parte II)

Le conmovía el hecho de llegar con sus propios pies... era su desición... recuperó la voz, el susurro, el grito... se dejó llevar por la más delirante impovisación... no tenía nungún sentido... a pesar de la búsqueda interminable de excusas... fue suya por seis meses... Aprenda a poner límites! - o más bien regularize su digestión mental y viva una vida sana por muchos años-... hasta que entró en su cabeza dura... una tarde cesó el amor sublime y la vió a los ojos, sus ojos de perra guacha... la encontró tirada en la oficina atiborrada de pildoras, dormida, inscociente, como nunca le hubiera gustado que la (re) conociera... no lo soportó, lo olvidó al instante, necesitaba mantenerla sólo por un tiempo más consigo, como su salvadora... imposible dejarla, la necesitaba... aún... por una par de semanas...

martes, 1 de abril de 2008

Cómo llegué a esto....!!! (final)

Se sentó sin mirar hacia ningún lado...
-seguro que no vine. seguro que no viene!!- se repetía inacansablemente con el fin de convencerse de aquello.
Un suave pero intenso dolor le hizo mover su espalda. Se inclinó hacia adelante.
Esperó.
No supo si fueron 16, 23 o 38 minutos, tan sólo en un simple pestañar, había caído el atardecer en la cuidad extranjera
- acá, en el Sur oscurece más pronto- se dijo, sin motivo alguno ese pensamiento le causó una profunda carcajada,
una carcajada ronca, densa, intensa y desesperada, tanto así que al agarrarse del banquillo, éste se quebró y cayó al suelo de un suacate, sin embrago, eso no impidió que siguiera riendo,
esta vez con más ganas hasta conseguir un par de lagrimas que no llegaron a ser lagrimas, sino simples ojos acuosos...
-por qué no puedo parar de reir?? por qué??!!!!
Respiró profundo y subió la cabeza.
Al volver en sí, notó que alguien la observaba de lejos.
De pronto ese alguien se acercó y le extedió su mano izquierda, blanca y huesuda, muy cálida.
Se levantó. Se miraron. Se apretaron la mano y se hecharon a reir.
Entonces supo que yo no era una extranjera.